Las TIC también aseguran el acceso a un mayor caudal informativo, indispensable a la hora de planificar proyectos sociales; mejoran la calidad de los procesos y posibilitan un ahorro de tiempo y recursos al momento de su ejecución. Aunque, muchas OSC no están en condiciones de afrontar esos costos, o no disponen de la capacitación necesaria, lo que deriva en el denominado analfabetismo digital y acentúa la brecha entre los que tienen o no acceso a esas aplicaciones.
Consultados sobre el tema, los especialistas destacan el aporte de herramientas como las bases de datos, el correo electrónico, las páginas web y los blogs, los boletines y las presentaciones digitales, que contribuyen a mejorar la llegada de la OSC a la comunidad. La lista también incluye el contacto a través de Internet para conseguir mayores recursos, o incorporar voluntarios, difundir convocatorias, acceder a información pública.
Danilo Lujambio, presidente de la Asociación Civil Nodo Tau, de Rosario opina que las OSC deben poder apropiarse de las TIC, “sobre todo por su poder enorme en la construcción de redes y participación”, y aclara: “Más que invertir en equipos, significa hacerlo en procesos internos de las OSC para que realmente las nuevas herramientas contribuyan por un lado al trabajo hacia fuera, y por otro a la democracia interna” de la entidad.
Por su parte, María Eugenia Estensoro, presidenta de Fundación Equidad, considera que si no invierten en tecnología, las organizaciones corren el riesgo de “quedar encapsuladas, al no compartir el aprendizaje que están haciendo en su tarea”. En este sentido, Lujambio añade que al no involucrarse con el universo de las TIC, las OSC pueden “quedarse afuera de un circuito de información que hoy se produce a través de las herramientas tecnológicas.
Según el Indec, durante el primer trimestre de 2007 las conexiones a banda ancha aumentaron un 72,5 por ciento en relación con igual periodo del año anterior, mientras que las correspondientes a organizaciones y empresas crecieron el 22,7 por ciento. Pero, si bien los números son prometedores, otras estadísticas afirman que cerca del 90 por ciento de esos accesos se producen en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario, mientras que en las localidades más alejadas del interior del país los avances son mucho más lentos.
En ese sentido, Leonardo Altieri, profesor del seminario de Promoción y Animación Comunitaria de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) señala que en muchos casos, el “analfabetismo tecnológico se superpone con el analfabetismo tradicional”. Para el docente, la brecha digital “quita la posibilidad de inserción a las organizaciones que no se formen o no preparen a los nuevos miembros. Muchos ni siquiera han tenido acceso a la tecnología rudimentaria. Estamos en presencia de una nueva exclusión”, afirma.
Fuente. http://www.risolidaria.org.ar/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario