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Resultados de la encuesta del blog

Hace unas semanas pusimos a debate abierto de los usuarios el interrogante ¿Considera que son suficientes los compromisos adquiridos por los estados para asegurar el goce pleno de los derechos humanos de las personas con discapacidad?

Finalizada la encuesta los datos fueron concluyentes: el 63% cree que no son suficientes las medidas gubernamentales para el pleno ejercicio de los derechos humanos de las personas con discapacidad, en tanto que el 36% opina que el compromiso gubernamental es poco suficiente.

Como toda encuesta, que intenta reflejar una temática social, no debemos olvidar justamente que los datos, si bien son concluyentes, manifiestan una tendencia son aproximaciones, miradas parciales, susceptibles de replicas y de futuras actualizaciones.

Sin embargo, podemos inducir que la marcada tendencia de los votos ( el 63%) visibilizan una realidad que como ciudadanos reconocemos habitualmente en los diferentes ámbitos sociales en el que nos desenvolvemos. Las políticas tendientes al real derecho de participación, de construcción de ciudadanía y de ejercerlo plenamente en el ámbito social, son asignaturas pendientes en muchas de las propuestas o “ compromisos” que los candidatos, plantean a la hora de trabajar la temática.

El problema, sin duda, puede resumirse en la siguiente estimación: la persona o el discapacitado.
Por un lado, entendemos que la persona es la expresión más acabada de la esencia del ser humano, como sujeto con necesidades personales, racionalidad, creatividad. La determinación del hombre como persona equivale a una relación básica entre derechos y deberes, lo que implica fundamentar su accionar desde el cumplimiento de sus derechos humanos. Los cuáles son universales, civiles, políticos, sociales y culturales y pertenecen a todos los seres humanos.

En este sentido, la adjetivación o caracterización de persona con discapacidad o discapacitado, debe plantearse desde la esfera fundamental e irreductible, que implica ver a la persona con su profunda dignidad, al ser humano, sujeto social portador de valores morales, espirituales, derechos civiles, sociales.

Cuando anteponemos a la persona frente al sesgo de discapacitado, anteponemos derechos, ciudadanía, independencia y autonomía.

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