¡Nuevo!Estimulación temprana: inscripciones abiertasMás info

La soja de la televisión argentina. El show de Marcelo Tinelli.

La Televisión transgénica.
La semana en el país comenzó con varias noticias, el momentáneo pacto del campo, de no volver a tomar el pueblo como rehén de su pugna por la renta (aunque la amenaza de los productores agropecuarios con las asambleas permanentes sigue latente), la inflación dibujada del indec del 1,2 %; la violencia de los jóvenes en las escuelas. Sin embargo el dato curioso ha sido la vuelta del empresario Marcelo Tinelli con su redituable negocio de entretenimiento que en sus variantes, bailando, cantando, patinando y ¿nadando? por un sueño, obtiene y este año parece volver a repetir altísimos picos de rating en la televisión abierta en nuestro país.
Las publicidades de la vuelta del conductor fachero y desfachatado, las increíbles cifras por traer a figuras del “espectáculo”, la puesta en escena de un show internacional y el insumo cotidiano de los programas de chimentos que subsisten a costa del mismo, hacen que este producto televisivo sea la noticia destacada de la semana. Así como hablamos de la sojización del campo, ¿podemos hablar de una suerte de tinellización en la televisión? Lo que si podemos afirmar es que su propuesta mediática es fuente de insumo de no solo programas de chimentos, noticieros sino que esta vorágine ocupa importantes espacios en diarios y revistas del país de llegada masiva y de diferentes tintes ideológicos.
Ahora bien, qué aporta Marcelo Tinelli, cuál es la apuesta cultural de su programa, cuál es su finalidad, para responder a tan importantes preguntas, nos remitiremos a la opinión de Marita Matta (Ex directora de la Escuela de Ciencias de la Información de la UNC). La investigadora cordobesa es clara “Tinelli es una muestra acabada de buena parte de los rasgos de la cultura mediática actual: la lógica de la ganancia a cualquier precio, la concentración de medios de comunicación y su articulación con otras empresas de entretenimiento e inversiones variadas. Pero le añade otro condimento: lejos de seguir el modelo del empresario no accesible al público, resguardado tras sus empleados, le pone cara a lo que hace. Anima sus programas y produce situaciones más o menos escandalosas que nutren producciones propias y ajenas. Y ese condimento es emblemático de la cultura mediática local: la escasez en medio de una pretendida diversidad y abundancia”
La TV que se ve, lo que se consume.
Citando a la licenciada Marita Matta el modelo de industria cultural que representa el producto televisivo puede reducirse a la capacidad de contribuir a una “ferialización de la vida social”. Con esto, Matta se refiere a convertir la pantalla televisiva como un “lugar de resolución de carencias sociales mediante una combinación exitosa de melodramatismo, show y dudosos (cuando no perversos) mecanismos de evaluación de méritos”.
Dentro de esta gran pantalla, se exponen de manera chabacana, banal y totalmente superficial, temáticas sociales que son extremadamente centrales, que tienen que ver con derechos, identidades, estereotipos sociales, miradas, carencias e ideales. Cuestiones que quizás muchos puedan argumentar que se les da un “espacio, se visualiza una realidad”, pero ahora bien a instancias de qué y de qué manera. Y esta es la cuestión a debatir: se justifica mostrar personas con discapacidad intelectual, con imágenes de mal gusto, buscando la lástima, la compasión (aunque sepamos que la situación que viven en nuestro país es preocupante) ¿Es necesario recurrir a golpes bajos? Se emplea un discurso que en su semántica pretende mostrarse como comprometido con la realidad de estas personas, pero sólo afianza y refuerza una mirada estigmatizante y desvalorizante. Derechos, ciudadanía, dignidad no son reproducibles en un discurso que se cosifica con el impacto de imágenes y una narrativa sensiblera.
Sin duda, esta reflexión es muy compleja y puedan embanderarse bajo ella diferentes proclamas que plantean diferentes finalidades y metas, hablar de accesibilidad pública, de grupos marginados, de reconocimiento a problemáticas sociales y demás cuestiones. Sin embargo, la forma de proyectar y dar respuestas a estas problemáticas son diferentes a las pretendidas en el ámbito televisivo y masivo. Opuesto a esta mediatización es el trabajo cotidiano de miles de argentinos que en organizaciones sociales, movimientos culturales y barriales, luchan contra las diferentes formas de marginación social, cultural e ideológica y desde canales alternativos plantean que la pretendida diversidad que se dibuja en la televisión, solo es un espejismo del cual el argentino se incluye para no ser excluido.
Apoderarse de estos espacios, dar voz y lugar a la participación, el trabajo colectivo y la organización de espacios de construcción ciudadana, nos plantean que hay otra realidad frente a la tinellización de la sociedad. Una sociedad no tan lejana ni distante, sólo una sociedad que se pregunta, cuestiona ¿Cuál es el aporte de Marcelo Tinelli a nuestra cultura?

Mª Josefina Blanco Pool.

Fuentes utilizadas:La Voz del Interior- Edición Domingo 13 de abril de 2008.
Sección Espectáculos - "Tinelli en foco. "

No hay comentarios.:

Buscar noticias anteriores