Bien dicen que la necesidad es la palanca del progreso. En el último lustro, la zona norte de la ciudad de Córdoba se recuperó o creció hasta sumar cerca de mil pequeñas y medianas empresas dedicadas a unos 17 rubros. Muchas están radicadas entre el barrio Los Bulevares y camino al Aeropuerto. La actividad es tan intensa que los accesos han quedado chicos. Hay de todo, desde pequeñas industrias de metalmecánica hasta extensos viveros, pasando por carpinterías, vidrierías y locales de fabricación o venta de materiales de construcción, plásticos, caucho, etcétera.
La producción local logró remontar la crisis financiera de 2001, pero se topó con un severo e impensado inconveniente: no hay mano de obra calificada, o es insuficiente. Así, de reuniones, más reuniones y muchas donaciones surgió el Instituto Técnico Industrial Zona Norte, un establecimiento secundario privado donde se está formando la primera camada de futuros operarios, ingenieros o administradores.
Más conocido por sus siglas, el ITI-ZN de Los Bulevares fue inaugurado en marzo de 2007, ya cumplió un ciclo lectivo, tiene 60 alumnos y está en condiciones de realizar un provechoso balance.
Entre los antecedentes del ITI, se destaca el desmantelamiento de escuelas técnicas ocurrido hace una década. Las recordadas Enets eran nacionales, pero fueron derivadas a las provincias. En muchos casos se procedió a cerrarlas. Esa fue la política adoptada por Córdoba durante el gobierno de Ramón Mestre, en aplicación de la Ley Federal de Educación 24.195/93 y aludiendo falta de presupuesto y de efectiva demanda por parte de la comunidad.
Diez años después, la industria y la construcción ya empezaban a quejarse por la falta de mano de obra.
“Vimos que era urgente contar con una escuela de oficios, no sólo por la escasez de operarios, sino por la situación de las familias del lugar, cuyos hijos a menudo carecen de incentivos para estudiar”, resumen Luis Esterlizi, Carlos Zaffi y Roberto Barbieri.
Asociados en el Foro Productivo Zona Norte, los impulsores del ITI también sabían que pedirle al Estado un establecimiento de esas características se enfrentaría con las dilaciones burocráticas. Decidieron empezar por su cuenta, aprovechando una de las tantas instalaciones semiabandonadas de la zona. Más concretamente, un galpón y terrenos en bulevar Los Italianos, que fueron reciclados para albergar un centenar de estudiantes y una decena de docentes y administrativos.
Aquí futuro. Los resultados están a la vista: 60 alumnos, de los cuales aproximadamente un tercio son mujeres, están cursando el segundo año del secundario. En las aulas hay pizarrones, mapas, gráficos, computadoras. En el taller hay tornos, herramientas, instrumentos de precisión. Sin embargo, los oficios manuales no son la única opción. Cuando ingresen a cuarto, los estudiantes podrán optar entre Tecnologías de Gestión (administración y gerencia) y Tecnologías Tangibles (metalmecánica, herrería, electricidad).
El ITI está acreditado oficialmente, depende de la Dirección de Institutos Privados de Enseñanza (Dipe), pero recibe cero peso del gobierno. “Tenemos un gran futuro inmediato. Si conseguimos que el Estado les pague el sueldo a los docentes, como hace con la mayoría de los colegios privados, en cinco años podemos ser todo un referente educativo en la zona. Si de arranque nomás ya tenemos que pensar en agrandar instalaciones”, se entusiasma Luis Esterlizi. De hecho, apenas se hicieron conocer a través de los medios y sin ninguna campaña publicitaria, recibieron una andana de aspirantes. La preinscripción 2006-7 cerró con 120 postulantes, de los cuales quedaron 70, provenientes de Los Bulevares, Marqués de Sobremonte o San Martín, y de la vecina Villa Allende.
El ITI-ZN es un atisbo del devenir educacional. Los trascendidos indican que la Federación Agraria Argentina (FAA) también tiene el propósito de montar un establecimiento con ocupación o salida laboral específica, en la zona de Jesús María.
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