El agua y el oro.
El debate sobre la ley de protección a los glaciares, vetada por el Ejecutivo, debe ser asumido por los legisladores y por la sociedad. Miguel Bonasso
Los glaciares no son, simplemente, una atracción turística, un escenario suntuoso para desfiles de modelos. Constituyen una de las mayores reservas de agua dulce del planeta y aunque castigados ellos mismos por el calentamiento global siguen siendo, pese a todo, un factor que atempera y ralenta ese calentamiento. Impedir que los destruyan o contaminen es una cuestión de vida o muerte. (...)Por eso, el debate sobre la ley de protección a los glaciares que fue vetada días atrás por el Poder Ejecutivo debe ser asumido por los legisladores que votaron por unanimidad esa norma y por el conjunto de la sociedad que puede ver afectados sus intereses vitales si el rechazo presidencial se impone.
Estamos frente a una de esas decisiones capitales que sobrevuelan los intereses parciales, la disciplina partidaria que exige la obediencia debida o las chicanas entre oficialistas y opositores. Estamos frente a una decisión de Estado. Del Estado entendido como síntesis institucional de las necesidades actuales y futuras de la sociedad y no como expresión circunstancial de tal o cual gobierno. (...)
El 13 de noviembre de 2007, en la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Cámara de Diputados que presido, aprobamos por unanimidad un proyecto de ley de la diputada (mandato cumplido) Marta Maffei de "presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del ambiente periglacial"... como es lógico, prohibía la explotación minera o petrolífera sobre los glaciares y sus heladas adyacencias. (enlace para leer el Texto completo de la ley) (...)
El dictamen de Comisión fue elevado al pleno sin disidencias ni observaciones y fue aprobado por unanimidad en el recinto el 22 de noviembre de 2007. (...)
El 22 de octubre de este año fue también aprobado en general por unanimidad en el Senado. (...)
Faltaba solamente que el Poder Ejecutivo la promulgara. Pero la vetó mediante el decreto presidencial 1837/08, que lleva las firmas de Cristina Fernández de Kirchner y del jefe de Gabinete, Sergio Massa.
Los argumentos para el rechazo de la ley son endebles y según se desprende del texto mismo, se basan en preocupaciones de la Secretaría de Minería y de "gobernadores de la zona cordillerana". El secretario de Minería es el sanjuanino Jorge Mayoral, relacionado con intereses mineros y el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, también señalado públicamente por sus vínculos con la empresa canadiense Barrick Gold, la misma que fue rechazada por la protesta pública en Esquel y ahora capitanea el proyecto binacional Pascua- Lama (entre Chile y la Argentina), de 2.400 millones de dólares, casualmente en zona de glaciares. (...)
Diputados y senadores debemos insistir en la ley original para que el veto se caiga. Hacen falta dos tercios de los votos, es verdad, pero también es cierto que la ley fue votada por unanimidad. Que cada uno se haga cargo de lo que votó. Para leer la nota completa
No hay comentarios.:
Publicar un comentario