Esos lugares suelen ser los comedores barriales, que funcionan todo el año con el objetivo de paliar las dificultades de las familias más humildes para darles a sus hijos todos los platos de comida y satisfacer las exigencias nutricionales básicas para un crecimiento sano.
En una ronda de consultas, desde esos comedores aseguran que en enero aumenta la demanda. "Los chicos que vienen siempre, en enero vienen con otros. Se ve la ansiedad de comer, de quiero más, quiero más. No son todos pero sí pasa", cuenta Alejandro Toledo del comedor que funciona en
Como el Paicor (Programa de Asistencia Integral de Córdoba) cierra con las escuelas, entrega para el verano bolsones que, según las autoridades son pensados por nutricionistas y respetan estándares internacionales para cubrir los requisitos alimentarios de cada beneficiario. Pero esos productos entran en las familias y, como hay necesidad, se acaban rápido.
"Vemos caras nuevas que nunca habían venido. Es que en las casas de los chicos ya no queda nada de los bolsones", cuenta Carina Tissera, del comedor de
"Es muy difícil preverlo". "Puede ser que haya más demanda en algunos comedores, pero no en la totalidad", dijo Sergio Tocalli, secretario de Coordinación y Acción Social de
¿Y si se entrega un bolsón extra, de refuerzo? ¿No se pueden prever esas situaciones? "Es muy difícil. No tenemos cómo cubrir esa demanda, cómo determinar a quiénes les damos el refuerzo, no todas las familias lo necesitarían", contestó.
Y aclaró que el Ministerio de Solidaridad, además del dinero mensual, otorga ayudas extras "cuando la demanda los supera y los comedores lo solicitan".
En círculos. Con el objetivo de pedir más inversión para la infancia, vecinos de
Comedores para ayudar. El Milagro: (0351) 484-3975; Cooperativa Camoatí: (0351) 493-3300; Pancitas Felices (0351) 458-2691;
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