A 31 años del Golpe de Estado: La Memoria ocupa lugar.

El pasado 24 de marzo muchas historias e imágenes terribles se revivieron en los rostros de miles de personas que llevan en su cuerpo las huellas y heridas de una época de violencia y destierro. Una época de silenciamiento y resignación

Muchos fueron los sueños, ideales y metas postergadas, muchas miradas se perdieron en un horizonte frío y hostil, un horizonte donde el encierro, el terror y la muerte acechaba en cada esquina, en cada espacio social. El atropello a nuestras libertades estaba instaurado bajo un régimen que mostró lo peor de sí en los cientos de centros clandestinos detención, donde mujeres y hombres estaban sumidos en el infierno del abandono y la represión.

Muchas preguntas sin respuestas.
Sin embargo hoy la creación del Día de la Memoria, nos da una nueva oportunidad, la oportunidad de reflexionar acerca de esta nueva sociedad que emergió del Proceso, lo que hemos cambiamos, de lo que crecimos pero también de los síntomas que aún hoy perduran: la intolerancia a lo diferente, a lo que no comprendemos o no nos interesa conocer.

Para ver Imagenes del ex Centro Clandestino de Detenciçon "La Perla", hoy Museo de la Memoria Click aquí

Quizás luego de todos estos años, estamos aprendiendo, viviendo, no sólo desde la teoría sino desde la práctica misma que los hechos del pasado nos dan pautas para decidir qué es lo que no queremos que se repita y nos permiten, sobre esta base, planificar un futuro mejor.

Más allá de nuestro olvido o nuestra memoria, el pasado tiene su propia autonomía। La democracia crece bajo la sombra de ese pasado innoble y sólo la voluntad de transformar la realidad puede volverla menos densa, para acercarnos hacia la materialización de ideales más justos y democráticos.