Cuando Perez Celis visitó la muestra de APADIM

"Si yo tuviera que elegir me los llevo a todos". Era semana santa del 2005 y en Villa General Belgrano coincidían una muestra de arte y una conferencia de artista. La conferencia en la sala de exhibiciones del Hotel Howard Johnson, la muestra en el Subsuelo de la Escuela de Artes, el sótano de la vieja casona donde funcionan el centro cultural, el centro de convenciones y gran parte de los eventos públicos de la encantadora localidad del valle de calamuchita.

Los eventos coincidían en la fiestas de la semana santa y en un momento se cruzaron. Cuando Pérez Celis visitó la muestra de los artistas de APADIM quedó admirado por la calidad de las obras. Su sincero entusiasmo no le permitía decidirse por alguna de las obras que quería comprar.
Cuando Perez Celis se acercó se hizo un poco realidad el deseo de los artistas y organizadores de las muestras de APADIM: que las obras realizadas por personas con discapacidad sean consideradas, valoradas y disfrutadas como cualquier obra de la expresión estética, más allá de las condiciones de salud de su autor. Alguien con la sensibilidad artística de Pérez Celis podía entender facilmente la idea.
La Muestra “Pinturas y Grabados” era parte del proyecto “Muestra de Arte Itinerante” que durante cuatro años exhibió la producción realizada por artistas de APADIM en distintos centros artísticos y culturales de Córdoba. Además fue excusa para el lanzamiento de Sapukai, el Taller Protegido de Producción Gráfica, que desde entonces elabora diseños plasmados en productos y objetos de la vida cotidiana.
Al final, Pérez Celis se decidió por un grabado del joven Quevedo (hoy ya no es alumno de la institución) y dejó un lindo regalo: un catálogo de su muestra autografiada para "APADIM, para que los acompañe...". Hoy no podemos lamentar su pérdida, porque su obra, su cariño y su recuerdo nos acompañará siempre.