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Comenzó en Bolivia la primera cumbre mundial de los pueblos sobre el cambio climático

Evo lanzó su cruzada anticapitalista
“Pachamama o muerte”, proclamó el presidente aimara ante delegados de un centenar de países reunidos en Cochabamba. El encuentro es una respuesta de los movimientos sociales al fracaso de la cumbre sobre el clima celebrada en Copenhague.
Manos unidas. Además de cientos de delegados indígenas, la cumbre en Bolivia reúne a representantes de 40 gobiernos. Se espera la presencia de los presidentes de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Paraguay.

El lanzamiento de una “cruzada internacional” para salvar al planeta y acabar con el capitalismo marcó en Bolivia el inicio de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. “Sólo tenemos dos caminos: la Pachamama (Madre Tierra) o la muerte. Muere el capitalismo o muere la Madre Tierra, vive el capitalismo o vive la Madre Tierra”, dijo el presidente anfitrión, Evo Morales, al leer un mensaje ante miles de asistentes. El mandatario indígena también pidió que el evento que se realiza en Tiquipaya, Cochabamba, sea capaz de gestar un “gran movimiento continental e intercontinental” para organizar “una campaña en defensa de los derechos de la Madre Tierra”.
El gobierno de Bolivia presentó
el encuentro como una respuesta a la falta de acuerdo que hubo en Copenhague, en diciembre pasado, para que los países ricos aumenten la reducción de sus gases de efecto invernadero. Por ello, Morales expresó que ahora las conclusiones de la cumbre deben ser respetadas en la conferencia de presidentes sobre el cambio climático que organiza Naciones Unidas para diciembre en México. La base de esa próxima cita debe ser la conclusión de que “la causa principal de la destrucción de la Tierra es el capitalismo”, insistió Morales, al enfatizar la existencia de una “encrucijada decisiva” entre ese modelo de desarrollo y “la vida en armonía”.
Al encuentro de Tiquipaya asisten representantes de más de un centenar de países, principalmente de organizaciones sociales, de pueblos indígenas, fuerzas de izquierda y activistas del medio ambiente, además de representantes de 40 gobiernos. Está previsto que en los próximos días también participen en la conferencia los mandatarios de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Paraguay. Las mesas de trabajo debaten desde ayer sobre la creación de un tribunal de justicia climática y la deuda de los países ricos con los pobres por los daños que causan los problemas del clima. Según Morales, actualmente existen 50 millones de personas que migran por causa del cambio climático en sus regiones.
Al discurso del presidente boliviano precedió el de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Alicia Bárcena, quien leyó un mensaje enviado por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon. No obstante, Bárcena fue abucheada y salió del momento incómodo subrayando la importancia del diálogo entre los Estados y los pueblos.
En su mensaje a la conferencia, Ban destacó que la ONU “busca el diálogo, la inclusión y la transparencia en el debate del cambio climático a nivel mundial”, y expresó su deseo de que las deliberaciones de Tiquipaya tengan contribuciones positivas para la Cumbre de México.
Ecologistas del mundo contra la “herencia maldita” de Lula
Cientos de manifestantes concentrados ante la Agencia Nacional de Energía Eléctrica en Brasilia redoblaron sus protestas luego de que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganara la batalla judicial para licitar las obras de la represa hidroeléctrica Belo Monte en la Amazonia, la tercera más grande del mundo. Activistas de Greenpeace condenaron “la herencia maldita” que Lula “dejará a Brasil al insistir en esa obra” cuyo costo superará los 10 mil millones de dólares, inundará un área selvática de más de 500 kilómetros y desplazará a 50 mil indígenas y campesinos.

Fuente: Critica Digital.


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