Las personas con discapacidad no deben quedar atrás.

Días atrás, el Secretario General de la ONU, António Guterres, emitió un comunicado en el que advirtió cómo la pandemia afecta a las personas con discapacidad: en circunstancias normales “las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de acceder a la educación, la atención médica y el empleo, o a participar en sus comunidades”. Esta situación se agrava en este contexto, sumando además necesidades de apoyo para atravesar la cuarentena, información accesible sobre salud pública, etc. El informe de la ONU exigió además a los Gobiernos que protejan a las personas con discapacidad para que tengan los mismos derechos a acceder a la atención sanitaria que necesiten.

Imagen: jóvenes manipulando una gillotina para papel durante una clase de encuadernación. Archivo APADIM

A fines de abril, un grupo de organizaciones de nuestro país también publicó un informe que puntualiza algunos puntos críticos que afectan al colectivo. El texto señala que el de las personas con discapacidad es un grupo social heterogéneo, y que por lo tanto las medidas para este sector no deben ser homogéneas: mientras algunas requieren apoyos, otras no, y los apoyos siempre son definidos por las personas según sus necesidades singulares. El texto también alerta sobre la situación de las personas con discapacidad institucionalizadas en hogares y neuropsiquiátricos, donde se han detectado malos tratos, traslados y externaciones compulsivas.

Muchas personas con discapacidad no cuentan con acceso a las tecnologías y muchas otras son afectadas por la falta de accesibilidad en las propuestas terapéuticas y pedagógicas que reciben, sigue el informe. En línea con el comunicado de la ONU, también denuncia la falta de accesibilidad a la información pública: los zócalos de los canales de TV tapando a intérpretes de señas es un ejemplo, que ha quitado independencia a las personas sordas para contar con información de vital importancia. Y subraya la necesidad de protocolos de atención a las personas con discapacidad con síntomas de coronavirus.

Imagen: Personas en un paseo en el campo durante un campamento. Archivo APADIM

Nuestro trabajo en este tiempo

Las organizaciones que trabajamos con personas con discapacidad enfrentamos este panorama con mucho trabajo, creatividad, pero también preocupación. Luego de sobrevivir a un crítico panorama que arrastramos en los últimos años (desocupación entre las personas con discapacidad mayor al 75%, incumplimiento del cupo laboral en el Estado, recorte en las pensiones, falta de pago en las prestaciones), habíamos iniciado el año con esperanza y buenas señales. Pero de repente surgió la inédita crisis de la pandemia.

Desde APADIM Córdoba, por ejemplo, desde la primera semana de cuarentena ya habíamos organizado todo el sistema de atención, desde las distintas áreas y servicios para sostener los proyectos y la atención y apoyos a los más de 350 niños, jóvenes y personas adultas que participan de la institución, junto a sus familias. Los vínculos profesionales y humanos entre las familias, los jóvenes y los equipos se intensificaron notablemente.

Comunicación con pictogramas enviado a estudiantes: "Los profes nos comunicamos por teléfonos.
Estamos todos bien, cada uno trabaja desde su casa."

Además, acompañamos la grave situación económica que golpea a muchas familias. Además de la entrega de los módulos del Paicor, gracias al apoyo de la ONG terre des hommes Alemania redestinamos fondos de uno de nuestros proyectos a la compra de alimentos para las familias con mayores necesidades. Justamente ese es el punto que más preocupa y que fue plasmado en el informe de las organizaciones: la pobreza, la urgencia del hambre y la falta de oportunidades de empleo para las personas con discapacidad. Seguido también por la situación de los trabajadores y organizaciones de la discapacidad, que también afecta el desarrollo integral, los apoyos y la participación social de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones que el resto. Urgencias y desafíos de estos nuevos tiempos.