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Psicofarmacología y sus dimensiones éticas en la clínica del AT

En un contexto donde fuimos aprendiendo y reforzando nuevas formas de encuentro, asumimos el desafío de continuar apostando a la formación de calidad y democrática, buscando espacios de aprendizajes colectivos y de intercambio profesional. Y es así, como transitamos el tercer encuentro del curso con debates y reflexiones, con dinamismo y preguntas, fuimos conociendo sobre que es la psicofarmacología, su incidencia para el acompañamiento terapéutico y sus posibles dimensiones en la escena clínica.
Nos presentamos y contamos un poco de nuestra experiencias 
Carolina Reynolds capacitadora del encuentro.
Para poder conocer y trabajar desde estas nociones, nos acompañó la Dra. Carolina Reynolds, que desde su amplia trayectoria en el tema, con un amplio recorrido teórico y práctico, atenta a las dudas y claridad en sus respuestas, nos introdujo en un amplio mundo de discursos, prácticas profesionales y disciplinas. Poder diferenciar la medicalización y la psicofarmacología como tratamientos que responden a posicionamientos subjetivos de los profesionales y que ponen en evidencia, como la posición de quien indica el acto médico propiamente dicho puede responder a lógicas de medicalización de consumo capitalista no médica.
En este sentido, la medicalizacion es un acto en consumo, mas allá de los médicos y psiquiatría, que se basa en la presencia en la farmacologia como parte de la vida cotidiana de ese paciente y no tiene práctica médica en sì, si no habla de ese sujeto particular con distintas dimensiones dentro de la perspectiva de la teoria de la complejidad.
Principales nociones de la medicalizaciòn
La medicalización es el avance de la lógica de consumo y no tiene que ver con la especificidad clínica, en tanto que psicofarmacologia implica una conducta psicoanalitica, con una subjetizacion del sujeto y del entorno vincular donde se basa esa acción. Es un conjunto de manifestaciones de un sujeto en un entorno dado y bajo interpretación propia de quien observa y del sujeto.
Como planteaba Reynolds, se pensamos la psicopatolizacion de la infancia a partir del déficit de atención como diagnostico este no nos dice nada quien ese sujeto, este déficit no le interesa quien es el sujeto, sino compaginar determinados síntomas que pueden usarse como categorías en como se origina el síntoma, pero no pretende dar una explicación del síntoma. La patologalizacion de la infancia de esta manera, estaría significando y etiquetando ciertas conductas como parte de ciertos trastornos psíquicos, extra-territorialidades de su comunidad y de lo social.
Conceptos principales de la psicofarmacoterapia
Algunas de las preguntas y postulados que trabajamos 
Con estas diferenciaciones en cuanto al uso de la medicalizacion y la psicofarmacologia, el lugar del profesional es fundamental en la indicación farmacológica. Como explicaba Reynolds para que “sea simbolizada por el paciente, significa que la farmacoterapia es usada en tanto cae en el organismo biológico, sino en la red simbólica que puede alojar cada uno, lugar referencial donde adviene el fármaco, donde queda en relación con el vinculo con el acompañante y de esta manera es una intervención que complete la dimensión farmacologica.”
Con respecto a esto Carolina con claridad nos induce a cuestionarnos y pensar como actúa esta simbolización, al plantearnos si tenemos en cuenta que el tiempo medio de acción del efecto de un medicamento de urgencia es de 30 a 40 minutos, ¿Por qué el sujeto y el contexto se calma antes?
Con indagaciones, opiniones diversas y desde el dinamismo propio que acompaño todo el encuentro, desde las perspectivas de los asistentes y de Carolina se fueron poniendo en juego miradas, posiciones y las propias experiencias.
De esta manera pudimos pensar que en la situación planteada el sujeto se tranquiliza por el efecto subjetivizante subyacente relacionado a ese far maco y a esa intervención particular. Es el efecto simbolico del fármaco que cae en la red simbólica de ese sujeto, y por lo tanto el lugar simbólico en relación a ese fármaco y no otro, que permite que el sujeto se relacione de esa forma con ese objeto- fármaco.
En un segundo momento de la clase trabajamos sobre las coordenadas clínicas del acompañamiento de pacientes con episodios de conducta disruptiva o desorganización psíquica y como la urgencia en la intervención, nos abre a la lectura de intervenciones posibles.

En este sentido, fue importante pensar que los episodios de conducta disruptivas, rompen con lo que se espera de ese niño o persona en ese contexto y que estas deben pensarse como disrruptivas para quien es esta conducta y cual es el medio que habilita ese lazo.
El lugar del acompañante en estos episodios es interrogar para ver esa posición, y poder pensar que los diagnósticos en estas escenas son coordenadas de orientación para entrar al caso y sirve al profesional o terapeuta para orientarse en su posición subjetiva, pero debemos conocer y saber cual es la red simbólica del paciente en esa situación particular.
Y con la idea de ser un encuentro de transmisión de preguntas nuevas, no de sentidos cerrados, es que nos despedimos hasta el próximo encuentro con mas preguntas y reflexiones para continuar indagando y fortaleciendo nuestras prácticas sociales.
Tenemos mucho por hacer. Apoyanos para seguir construyendo una sociedad más inclusiva.  Aquí te contamos cómo.

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